El drenaje linfático manual (DLM), un aspecto a menudo descuidado de la salud materna, desempeña un papel fundamental en la optimización de los resultados de la lactancia materna. El sistema linfático, esencial para la función inmunitaria y la homeostasis de fluidos, se relaciona con la fisiología de la lactancia de maneras cada vez más reconocidas en la atención a la lactancia materna [1,2]. Investigaciones recientes sugieren que las intervenciones linfáticas dirigidas podrían aliviar significativamente los problemas comunes de la lactancia materna, como la ingurgitación, la mastitis y la congestión linfática, mejorando así tanto la comodidad materna como el éxito de la lactancia [1,3,4,5].
A pesar de los beneficios bien documentados de la lactancia materna, incluyendo su papel crucial en el desarrollo inmunitario neonatal, las exigencias físicas para las madres lactantes siguen siendo considerables. Problemas como la congestión mamaria y la inflamación no solo contribuyen al malestar materno, sino que también suponen riesgos para la continuidad y el éxito de la lactancia [4]. Las estrategias de manejo tradicionales, como el uso de compresas calientes, hojas de col y analgésicos, si bien son relativamente eficaces, a menudo descuidan la contribución del sistema linfático a estas afecciones [6]. Esta omisión puede limitar la eficacia de los tratamientos diseñados para apoyar a las madres lactantes, especialmente en el período posparto temprano, cuando la lactancia materna es más vulnerable a las interrupciones [4].
Hablamos con Kristina Chase, especialista en Masaje de Drenaje Linfático y especialista en linfedema acreditada por la Asociación Australiana de Linfología. Conversamos con Chase sobre el potencial del DLM como enfoque terapéutico en el manejo de la lactancia materna. Basándonos en estudios recientes y la experiencia de expertos, examinaremos cómo la salud linfática impacta directamente en la lactancia y propondremos un cambio de paradigma en las prácticas de apoyo a la lactancia que integren el cuidado linfático. Desde esta perspectiva, buscamos impulsar el debate sobre la salud materna y ofrecer recomendaciones basadas en la evidencia para la práctica clínica.
Definición y mecanismo
El drenaje linfático es un proceso fisiológico crucial, esencial para mantener la homeostasis de líquidos, favorecer la función inmunitaria y facilitar la eliminación de residuos celulares. El sistema linfático, compuesto por una red de vasos y ganglios linfáticos, trabaja en conjunto con el sistema circulatorio para transportar la linfa (un líquido transparente enriquecido con células inmunitarias) por todo el cuerpo. A diferencia del sistema circulatorio, el movimiento de la linfa se impulsa mediante contracciones musculares y la contractilidad intrínseca de los vasos linfáticos, que la transportan a través de válvulas unidireccionales hacia el corazón, en lugar de una bomba central como la del corazón [7].
Durante la lactancia, el sistema linfático mamario es crucial para gestionar el mayor intercambio de líquidos que se produce durante la producción de leche. Chase explica que la intrincada red de vasos linfáticos dentro del tejido mamario ayuda a prevenir la acumulación de líquidos y la inflamación, problemas comunes durante la lactancia. Sin embargo, cuando el flujo linfático se ve obstaculizado, debido a factores como la congestión o la inflamación, el líquido puede acumularse, lo que provoca congestión y un mayor riesgo de afecciones como la mastitis [1,3].
Chase describe el sistema linfático como el "sistema de desintoxicación" del cuerpo, que facilita la eliminación de residuos celulares, toxinas y patógenos. Al movilizar estos desechos a través de los vasos linfáticos hacia los ganglios linfáticos, donde células inmunitarias como los macrófagos neutralizan los elementos dañinos, el sistema garantiza que el cuerpo mantenga un equilibrio hídrico óptimo y una defensa inmunitaria óptima. En casos de congestión mamaria, el sistema linfático puede congestionarse debido a la inflamación, lo que impide el flujo de líquidos y exacerba las respuestas inflamatorias. Por lo tanto, mantener un flujo linfático eficaz es crucial no solo para abordar problemas agudos como la congestión mamaria, sino también como medida preventiva para favorecer la salud mamaria general durante la lactancia.
Chase destaca que este enfoque integrado para comprender el drenaje linfático resalta su potencial como un componente vital en el tratamiento de las afecciones relacionadas con la lactancia materna, ofreciendo beneficios significativos tanto para el alivio inmediato de los síntomas como para el bienestar materno a largo plazo.
Investigación y evidencia actuales
La eficacia del DLM en el manejo de complicaciones relacionadas con la lactancia, como la congestión mamaria, la obstrucción de conductos mamarios y la mastitis, ha sido respaldada cada vez más por investigaciones recientes. Un estudio comparativo entre el DLM y el vendaje neuromuscular (TN) reveló que el grupo con DLM experimentó reducciones significativas tanto del dolor como de la congestión mamaria en todos los días posteriores a la intervención. Cabe destacar que el volumen de leche aumentó considerablemente en el grupo con DLM en comparación con los grupos TN y control, lo que subraya la superior eficacia del DLM para aumentar la producción de leche durante la lactancia [3].
La investigación de Witt et al. [4] sobre el Masaje Terapéutico de Senos durante la Lactancia (TBML) subraya aún más la importancia del DLM. El estudio reveló que el TBML, que incorpora un DLM suave mediante masaje axilar combinado con la extracción manual, proporciona un alivio inmediato y significativo del dolor asociado con la congestión mamaria, la obstrucción de los conductos mamarios y la mastitis. Además, las madres informaron que el TBML fue beneficioso no solo de inmediato, sino también para el manejo de futuros episodios de mastitis y obstrucción de los conductos mamarios, lo que indica su potencial para beneficios a largo plazo.
Otro estudio centrado en la integración del DLM con el Masaje Tradicional Tailandés (MTT) en madres posparto demostró que, si bien la terapia combinada no difirió significativamente de la atención estándar sola en cuanto al volumen de leche materna y la reducción del dolor, las madres que recibieron DLM más MTT expresaron una alta satisfacción con la intervención. Esta satisfacción se relacionó con la percepción de reducción del dolor y una mejor producción de leche, lo que sugiere que el DLM, especialmente al combinarse con otros métodos terapéuticos, podría ofrecer beneficios más amplios que van más allá del alivio inmediato de los síntomas [5].
Estos estudios, en conjunto, sugieren que el DLM es una herramienta valiosa en el manejo de la lactancia, que proporciona beneficios sustanciales tanto para el alivio inmediato como para el bienestar materno a largo plazo. Sin embargo, se justifica la investigación adicional para optimizar estas técnicas, explorar su gama completa de aplicaciones y establecer directrices integrales para su uso en la práctica clínica.
Chase analiza la función del calor en el drenaje linfático, especialmente en el contexto de la lactancia materna. Aclara que, si bien el calor puede ser muy eficaz para promover la vasodilatación y facilitar el movimiento de fluidos, aliviando así la congestión linfática, su aplicación debe basarse en la condición de cada paciente. Específicamente, en casos de inflamación severa o molestias asociadas con la inflamación mamaria, el calor puede exacerbar los síntomas. Como se describe en el Protocolo 36 de la Academia de Medicina de la Lactancia Materna (Protocolo 36 de la ABM) sobre el espectro de la mastitis, el uso del calor debe guiarse principalmente por la comodidad de la madre. Si bien puede ofrecer comodidad materna en algunos casos, el calor o la calidez deben adaptarse a la gravedad de la inflamación y a las necesidades específicas de la paciente. Aplicar una compresa fría también puede ser beneficioso, especialmente para ayudar a reducir la inflamación y el dolor después de la lactancia. Chase expresa que un enfoque individualizado es clave, sugiriendo que se prueben tanto el calor como el frío para obtener el mayor alivio.
Integración en las prácticas de atención a la lactancia materna
Para maximizar los beneficios del drenaje linfático, es fundamental que los profesionales de la salud incorporen estas técnicas en los protocolos estándar de apoyo a la lactancia, especialmente durante la hospitalización, cuando es más probable que surjan problemas iniciales de lactancia. El inicio temprano del drenaje linfático puede proporcionar un enfoque proactivo para el manejo de posibles complicaciones, mejorando así los resultados de la lactancia a largo plazo. Como señala Chase, «Las técnicas de drenaje linfático pueden beneficiar a todas las mujeres que amamantan al mantener un flujo linfático saludable y reducir el riesgo de problemas relacionados con la inflamación». Además del drenaje linfático manual (DLM), técnicas como la respiración torácica y el cepillado en seco también pueden fortalecer el sistema linfático. El Protocolo 36 de la ABM sobre el espectro de la mastitis enfatiza la necesidad de emplear movimientos ligeros y amplios característicos del DLM, en lugar del masaje de tejido profundo, que puede exacerbar la inflamación o dañar el delicado tejido mamario. Los hallazgos clínicos respaldan que la presión excesiva puede dificultar el flujo linfático en lugar de facilitarlo, contrarrestando los objetivos terapéuticos del procedimiento. También es crucial reconocer las contraindicaciones y los posibles riesgos asociados al DLM. Chase explica que, en casos de infección activa o formación de abscesos, el drenaje linfático manual (DLM) debe utilizarse con precaución y en combinación con el tratamiento médico adecuado para evitar el riesgo de propagación de la infección. Además, la aplicación de calor junto con el DLM debe moderarse según las necesidades individuales, como se destaca en el Protocolo 36 de ABM. Si bien el calor puede facilitar la circulación de líquidos y brindar comodidad a la madre, el calor excesivo puede exacerbar la inflamación, especialmente en casos de inflamación significativa. Estas consideraciones subrayan la necesidad de una aplicación matizada de las técnicas de drenaje linfático dentro del amplio espectro del apoyo a la lactancia materna.
Como señala Chase, "en casos de congestión mamaria, el sistema linfático se congestiona debido a la inflamación, lo que impide el flujo de líquido linfático. Este estancamiento exacerba la inflamación, lo que hace que el drenaje linfático sea esencial para aliviar la congestión, promover el movimiento de líquidos y reducir tanto el dolor como la inflamación en las madres lactantes".
Por Kate Bird, IBCLC
Referencias
- Moura SO, Borges LCC, Carneiro TMA, Silva APSD, Araújo RM, Ferreira GLC, et al. Ultrasonido terapéutico solo y asociado con drenaje linfático en mujeres con congestión mamaria: Un ensayo clínico. Breastfeed Med. Noviembre de 2023;18(11):881-887. doi: 10.1089/bfm.2022.0269. PMID: 37971376.
- Bolman M, Saju L, Oganesyan K, Kondrashova T, Witt AM. Recuperando el arte del masaje terapéutico mamario durante la lactancia. J Hum Lact. Agosto de 2013;29(3):328-31.
- Doğan H, Eroğlu S, Akbayrak T. Comparación del efecto de la cinta kinesiológica y el drenaje linfático manual sobre la congestión mamaria en mujeres posparto: Un ensayo clínico aleatorizado y controlado. Breastfeed Med. 2021;16(1):82–92. doi:10.1089/bfm.2020.0115.
- Witt AM, Bolman M, Kredit S, et al. Masaje terapéutico mamario durante la lactancia para el manejo de la congestión mamaria, conductos obstruidos y mastitis. J Hum Lact. 2016;32:123–131.
- Sritas S, et al. Evaluación de la seguridad y eficacia del drenaje linfático manual con masaje tradicional tailandés sobre el volumen de leche materna, el dolor y la congestión mamaria en madres de bebés prematuros tras cesárea: Un ensayo controlado aleatorizado. Open Public Health J. 2023;16(1). doi:10.2174/0118749445267207230919070638.
- Pevzner M, Dahan A. Mastitis durante la lactancia: Prevención, importancia del tratamiento adecuado y posibles complicaciones. J Clin Med. 22 de julio de 2020;9(8):2328. doi: 10.3390/jcm9082328. PMID: 32707832; PMCID: PMC7465810.
- Breslin JW, Yang Y, Scallan JP, Sweat RS, Adderley SP, Murfee WL. Estructura y fisiología de la red vascular linfática. Compr Physiol. 13 de diciembre de 2018;9(1):207-299. doi: 10.1002/cphy.c180015. PMID: 30549020; PMCID: PMC6459625.